miércoles, 22 de julio de 2009

Florinda y Buserán

En A Costa da Morte hay varias leyendas sobre ciudades sumergidas, entre las que podemos destacar la ciudad de Duio (Fisterra); la de Gomorra, en la ría de Corcubión, que desapareció mientras sus habitantes disfrutaban de una gran comilona; la de Vilaverde, frente a la playa del mismo nombre en Moraime (Muxía); la de A Fonte de Ricamonde (Carnota), donde se dice que se esconde una ciudad romana, o la de Valverde, en la Laguna de Traba (Laxe).



De todas estas ciudades legendarias, la más conocida es la de Duio. La gente mayor aún conserva leyendas que nos hablan de esta misteriosa ciudad. Según dicen algunos, que las escucharon contar a sus antepasados, que en las brañas, cerca de la Playa de A Lagosteira, hubo una ciudad. Un día que había guerra, llegó por allí Jesucristo y les dijo: “Que Dios os convierta, que nosotros no podemos”. Y los viejos cuentan que luego la ciudad desapareció bajo tierra.




Otra leyenda habla de un cataclismo que sepultó totalmente la ciudad, de la que tan sólo se salvaron los bueyes de un vecino llamado Gures, que anduvieron errantes mucho tiempo por la zona, hasta que un día se metieron en el mar y murieron ahogados, quedando transformados en dos peñascos conocidos por el nombre de Os Bois de Gures.


Dentro de estas leyendas destacan las que se refieren a los castros, ya que es raro el castro que no conserva su leyenda. La mayor parte de ellas hacen alusión a sus habitantes, a la existencia de tesoros o a ciertos encantamientos.


Así, del castro de Borneiro (Cabana), se dice que allí vivieron los moros, donde tenían su ciudad; o también que hay una viga de oro que va desde A Cidá hasta el castro de Borneiro (este último situado en un monte próximo).


Del castro de Frixe (Muxía), los más viejos cuentan que fue hecho por los moros que lo habitaron y que en el castro había un túnel que comunicaba con una fuente, donde los moros iban a buscar agua. También se dice que hay un cura de oro enterrado.

Del castro de Mourín (Camariñas), se cuenta que había unas cuevas con un tesoro guardado por un moro; cierta vez, un hombre intentó hacerse con él, y a pesar de que pudo matar al mítico guardián, no pudo apoderarse del tesoro, puesto que las galerías se vinieron abajo.


La leyenda más hermosa relacionada con el mundo de los castros es, sin lugar a dudas, la de Buserán, referida al castro de Xansón (Moraime-Muxía). Dice así:


"En tiempos remotos había en la cima de un castro, en el lugar de Os Castelos, una gran fortaleza perteneciente a un rico y valiente caballero, padre de una hermosa moza llamada Florinda.


En una de sus ausencias obligadas del dueño del castillo, llegó a las puertas un valiente mozo llamado Buserán. Era trovador de canciones gallegas de amor y guerra. Entró en la fortaleza, vio a Florinda y ambos se enamoraron.Llegó el padre de Florinda de luchar de lejanas tierras y, conociendo los amoríos de su hija, expulsó al joven trovador y encerró a Florinda en un rincón de la fortaleza. Esta decisión, hizo que los dos mozos se quisieran más aún, y todas las noches Buserán dirigía a Florinda sus canciones desde los oteros de los alrededores.


El caballero, enfurecido, ordenó la persecución y muerte de Buserán. Así lo hicieron los criados. Cogieron a Buserán y lo tiraron desde lo alto de un peñasco a una furna de la costa, ahogando para siempre su voz.Puesta en libertad Florinda y enterándose del trágico fin de Buserán, enloqueció y anduvo durante muchos días y noches por la orilla del mar llamando por su amado.


Una noche, un criado le dio al caballero la noticia de que vieran a su hija gritando en lo alto de la furna.


– ¿Donde estás Buserán?


Y desde lo más hondo del mar se escuchaban las canciones del trovador.De repente, una gigantesca ola, deshecha en espuma, subió por los acantilados y envolvió a Florinda, llevándola con ella al fondo de la furna".






El lastimero eco de la voz de Buserán resonó durante muchos años, según aseguraban los pescadores que faenaban cerca de la furna (cueva situada en la base de un acantilado). Aún hoy se le atribuye al lugar la facultad de otorgar correspondencia de amor a todo aquel que se acerque a solicitarla.
* FURNA: Caverna o gruta en una playa.

6 Comments:

  1. alisau said...
    Ohhh me encantan estas historias de amor tan desgraciadas...muy bonito.

    Y siii ya sé que todos los gallegos no son tan hijos de puta!!! jajajjaja que di con unos cuantos muy pero que muy buenos!!!!...jejeje
    ion-laos said...
    que historia tan bonita, me voy a acercar a ese sitio a ver si me sale un novio,jajaja,gracias por tu visita,como ves te la devuelvo, me gusta tu casita,volvere...jajajaja,
    un besito
    raùl junquera said...
    Ya estoy aquí, jajajajaaj

    ION-LAOS, el novio ya está aquí tambien, jajajajaja
    * Cris * said...
    Ualaaaaa!! qué bonita historia!!

    Me ha encantado. A mí estas cosas de leyendas y demás que nos cuentas me interesan muchísimo, siempre me han llamado mucho la atención.

    Así que a ver si prontito nos traes otra ehh jajaja

    uuuhhhh ahora q estaba un poco como exigiendo, ejem, ejem... me acabo de acordar de un libro, de un tal Sergio... ejem... te suena?? qué ha pasado con eso?? jajaja

    y otra cosita que me acordé por la tarde y te quería preguntar. ya te has leído el libro ese que me contaste?? ahora ya no sé si se llamaba latidos, porque ya no sé si lo estoy confundiendo con el otro o no jajajajaj

    besazossssssss esposa miaaaaaaaaa
    Salegna said...
    Me encantan las leyendas y aunque triste me ha encantando, el amor les unió para siempre en el mar.
    Y por las fotos el lugar es precioso.
    Sigue contándonos mucho más, besos
    choriflor said...
    Me a gustado mucho la historia,tienes un don especial para escribir,porque no te dedicas a ello,todo lo que relatas entra siempre a lo mas hondo de una y esto no todos lo saben hacer.

    muchos miles de ap`retujaditos

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